Yo quiero un perro de esos…

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Cajón de sastre


Yo quiero un perro de esos…

Las salas cinematográficas, “aka” los cines, parecieran ser cosa del pasado. Los empresarios de tal sector han sido de los más golpeados por la pandemia nuestra de cada día. Lo de hoy es el cine en casa. En cualquier caso imaginemos que elegimos una película o una serie cuya trama o protagonista es un perro, normalmente de raza; concluye el filme, de final feliz obviamente, comienzan a aparecer los créditos…

Ha finalizado la proyección de una película en la que se presentaba la vida, obra, aventuras,  peripecias y simpáticas travesuras (ficticias o no) de un perro, maravilloso, excepcional, extraordinario, fuera de serie.

Varios de los espectadores piensan en su mente loca: “yo quiero un perro de esos, yo quiero un perro así…”

Efectivamente, a todos o casi a todos nos gustaría tener un perro así, como cualquiera de los que han sido protagonistas de películas o de series televisivas que desde mediados del siglo pasado se pusieron de moda y han sido tan redituables para Hollywood y en especial para los estudios y casas productoras de películas para el entretenimiento familiar.

¿Apreciable lector, me ayuda a hacer un breve recuento?: Petey, Lassie, Rin Tin Tin, Rex, Benji, Marley, Otis, Bethoven (1,2,3,4 y otras más), Frank, Air Bud, Hooch,  Un Chihuahua en Beverly Hills y un centenar más; incluído por supuesto el inolvidable Hachiko, como lo voy a olvidar… 

En dibujos animados o digitalizados: Pluto, Golfo, Lady,  Snoopy, 101 Dálmatas, 102 Dálmatas, Scooby Doo, Balto, Pequeño ayudante de Santa, Super Can, Lindo Pulgoso y muchos, pero muchos más… 

Mención aparte merecen las razas que se volvieron populares a partir de alguna película como por ejemplo collie- Lassie, pastor aleman-Rin tin tin, san bernardo- Bethoven, Dálmatas-101 Dálmatas; recientemente Max el Pastor Belga Malinois y otros ejemplares de la raza que han protagonizado filmes y documentales que hacen peligrar a la raza, que la han vuelto conocida y famosa.

Que decir de las razas que han sido satanizadas o que han tenido “éxito” a partir de una película: rottweiler-La profecía, El gran asalto de los dobermann, 101 dálmatas y tantas más; todos los perreros sabemos que es lo que pasa cuando una raza ésta de moda, se comercializa, se hacen cruzas a diestra y siniestra y la raza se va a pique. Cosas de la fama, si no que le pregunten a Lindsay y a Miley y a muchas estrellas más…

No podemos dejar afuera algunos notables perros que fueron estrellas, no siendo perros de raza pura; antiguamente nos habríamos referido a ellos como corrientes o callejeros, ahora como está de moda utilizar eufemismos para todo, se les identifica como mestizos y más recientemente como “perros de raza única” (sic)

Valdría la pena considerar qué, en una filmación, normalmente se utiliza más de un perro, digamos que existe la estrella canina, pero que tiene dobles, triples, o muchos ejemplares similares o idénticos que son adiestrados o que tienen habilidades, destrezas o trucos diferentes, para las diferentes escenas que conforman la película. 

También sería necesario considerar que en muchos de los filmes perrunos (al igual que en todos aquellos en donde intervienen animales) se echa mano del socorrido recurso  del Antropomorfismo (del griego ‘humano’, y ‘figura o forma’) que, como se sabe, es la atribución de características y cualidades humanas a animales de otras especies.

Sería conveniente que los niños y los papás de los niños tomen conciencia de la realidad, de la naturaleza de las cosas.

No estoy tan seguro de que las personas entiendan lo que significa decir: “ yo quiero un perro así”. Tener un perro así, como el de las películas o series televisivas, implica muchas, muchísimas cosas: compromiso, conocimientos, pasión, paciencia, tolerancia a la frustración, horas, muchas horas de trabajo arduo.

Implica entender que es un ser vivo, que es un carnívoro, depredador, carroñero, que está vivo y que tiene un sinfín de necesidades que precisan satisfacción.

Implica investigación y estudio, conocimiento de la raza que nos cautivó; implica también respondernos con sinceridad sí tal animalito se ajustará a nuestro estilo de vida y a nuestro entorno, incluido el clima.

Implica, como lo ha dicho el tan malentendido y cuestionado Maese Cesar Millán, ejercicio, disciplina y afecto.

Amable lector, creo que más que la aspiración de “tener un perro así” uno, después de ver esos excepcionales ejemplares que nos dejan sorprendidos, debería uno aspirar a ser un amo de esos, un amo así: conocedor, preparado, capacitado, responsable, comprometido y entender que los perros “así” no nacen, se hacen.

Estimado lector, ya no le voy a seguir echando la aburridora y mejor me voy a trabajar con mis perros. Tal vez algún día yo también logre tener ese perro ideal, ese perro soñado, un perro así como esos del cine.

Agradezco como siempre su tiempo y el favor de su lectura. Cuídese y cuidémonos todos que, por lo que se ve, esto va para largo, así que sigamos viendo “pelis” y trabajando, no hay de otra, mientras podamos seguir respirando sin respiradores artificiales. Bendiciones y gracias. 


Fecha de publicación: 03/11/2020 

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