Clases en tiempos de pandemia

hector redes

TRINCHERA CIUDADANA



CLASES EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Desde mediados de marzo cuando inició el confinamiento decretado por la autoridad correspondiente y a lo largo de todas las semanas en que el aislamiento no ha hecho otra cosa más que acrecentarse, muchos seres humanos debimos enfrentar retos antes insospechados. Digo muchos y no todos porque por las características de nuestro país es imposible que un importante porcentaje de la población se resguarde en casa. Quienes se dedican a la economía informal no tienen opción, si no salen a trabajar simplemente no tienen qué comer.

Diversos sectores tuvieron que disminuir sus actividades o cerrar temporal o definitivamente.

El sector educativo no ha sido ajeno a esta situación y debió enfrentar la impartición de clases de manera virtual, con todos los inconvenientes e imponderables que inevitablemente iban a suscitarse.

Todo ha sido una odisea en muchos sentidos, pero estoy seguro que, en mayor o menor grado, cada uno ha puesto su mejor esfuerzo para enfrentar la eventualidad y tratar de llevar de la manera más normal posible esta situación.

Comento lo anterior porque la semana pasada fui testigo virtual de una serie de instrucciones que un colegio de nivel medio les daba a sus alumnos a través de una aplicación. Me sorprendió porque entre el decálogo destacaba que el alumno debía estar “presentable” durante las clases, no lo quieren en pijama ni en fachas; debe estar bien peinado, no lo quieren con gallos en el pelo; deben estar sentados en un lugar adecuado para que puedan laborar, no los quieren acostados o parados; no pueden estar comiendo, o sea, como si se tratara del verdadero salón. Nada más falta que si ladra un perro o canta un gallo, el maestro solicite de inmediato callar al endemoniado animal.

Creo que debe existir tolerancia y flexibilidad. No todos los alumnos cuentan con computadora propia, no todos tienen buen internet, no todos gozan de un buen ambiente en su casa. Se trata de una situación extraordinaria durante la cual el rumbo habitual de las clases no puede ser el mismo. El doctor Jesús Soriano de la Universidad de Guanajuato, ha venido realizando publicaciones al respecto, para que tanto docentes como estudiantes, salgamos adelante y nos apoyemos mutuamente.

LA LICENCIADA CONY

La noche del lunes falleció la Licenciada Cony Ibarra Jair Nara. No tuve la fortuna de ser su alumno, sin embargo la conocí desde mis primeros meses en la Universidad pues me la encontraba con frecuencia en los pasillos. Mi último día de clases y cuando la Universidad llevó mariachi para el grupo saliente, yo era un mar de lágrimas y la Licenciada me sacó a bailar, tratando de distraer un poco los sentimientos que me invadían. Compartimos un viaje memorable a la Ciudad de México en donde valientemente se hizo cargo de un grupo de cuarenta alumnos y que además implicaba pasar una noche en la capital. Tengo solo buenos recuerdos de ella. Que descanse en paz.

08/05/2020

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